Aunque es cierto que unas personas son más resilientes que otras, la resiliencia no es algo que unos tengan y otros no, sino que se trata de una serie de habilidades que se pueden desarrollar.
Estas son once formas de construir la resiliencia:
1. Cultive relaciones: es importante establecer buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas importantes en su vida. Aceptar ayuda y apoyo de personas que lo quieren y escuchan, fortalece la resiliencia.
2. Use el pensamiento constructivo: piense de forma realista. Es decir, no vea los problemas o las crisis como catástrofes terribles e insoportables, sino como retos que has de superar.
3. Acepte que el cambio es parte de la vida
4. Evite ver las crisis como obstáculos insuperables: no puede evitar que ocurran eventos que producen mucha tensión, pero si puede cambiar la manera como los interpreta y reacciona ante ellos. Trate de mirar más allá del presente y piense que en el futuro las cosas mejorarán.
5. Lleve a cabo acciones decisivas: en situaciones adversas, actúe de la mejor manera que pueda.
6. Muévase hacia sus metas: desarrolle algunas metas realistas. Haga algo regularmente que le permita moverse hacia sus metas, aunque le parezca que es un logro pequeño.
7. Cultive una visión positiva de sí mismo
8. Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo: muchas veces como resultado de su lucha contra la adversidad, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que han crecido de alguna forma a nivel personal
9. Mantenga las cosas en perspectiva: aun cuando se enfrente a eventos muy dolorosos, trate de considerar la situación que le causa tensión en un contexto más amplio, y mantenga una perspectiva a largo plazo.
10. Nunca pierda la esperanza
11. Cuide de sí mismo: preste atención a sus necesidades y deseos. Interésese en actividades que disfrute y encuentre relajantes.
1. Cultive relaciones: es importante establecer buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas importantes en su vida. Aceptar ayuda y apoyo de personas que lo quieren y escuchan, fortalece la resiliencia.
2. Use el pensamiento constructivo: piense de forma realista. Es decir, no vea los problemas o las crisis como catástrofes terribles e insoportables, sino como retos que has de superar.
3. Acepte que el cambio es parte de la vida
4. Evite ver las crisis como obstáculos insuperables: no puede evitar que ocurran eventos que producen mucha tensión, pero si puede cambiar la manera como los interpreta y reacciona ante ellos. Trate de mirar más allá del presente y piense que en el futuro las cosas mejorarán.
5. Lleve a cabo acciones decisivas: en situaciones adversas, actúe de la mejor manera que pueda.
6. Muévase hacia sus metas: desarrolle algunas metas realistas. Haga algo regularmente que le permita moverse hacia sus metas, aunque le parezca que es un logro pequeño.
7. Cultive una visión positiva de sí mismo
8. Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo: muchas veces como resultado de su lucha contra la adversidad, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que han crecido de alguna forma a nivel personal
9. Mantenga las cosas en perspectiva: aun cuando se enfrente a eventos muy dolorosos, trate de considerar la situación que le causa tensión en un contexto más amplio, y mantenga una perspectiva a largo plazo.
10. Nunca pierda la esperanza
11. Cuide de sí mismo: preste atención a sus necesidades y deseos. Interésese en actividades que disfrute y encuentre relajantes.
Fuentes: Gestio
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